De la novela de Mary Shelly (1818), es un monstruo que siempre conserva sentimientos de inocencia y de bondad pero a un solo paso de la venganza, de la utilización de su fuerza extrema. Producto de experimentos con cadáveres se caracteriza por su fealdad casi deforme: tornillos, cicatrices,… Una vestimenta desgarbada y harapienta probablemente fruto de su gigantez. Hay 71 films de este muerto viviente y ha sido interpretada por diez actores que podamos contabilizar, el más representativo, sin duda, es Boris Karloff.